Tipos de evaluación: diagnóstica, formativa y sumativa (cuándo usar cada una)
¿Por qué la evaluación es importa (y mucho)?
Si pensamos “evaluación = examen”, pasa lo de siempre: sudor frío y respuestas tipo “lo vi en TikTok pero no me acuerdo”. Evaluar no es castigar: es tomar decisiones con datos. Imagina la evaluación como Google Maps:
Diagnóstica: “¿Desde dónde salimos?” (evita perderte antes de prender el coche).
Formativa: “Recalculando ruta…” (ajustes en vivo, como cuando hay tráfico).
Sumativa: “Llegaste a tu destino” (comprobación final, sin trucos de cámara).
⬅️⬅️⬅️Resumen para pegar en tu cuaderno y no olvidarlo.
1) Definiciones claras (sin tecnicismos innecesarios)
Evaluación diagnóstica (antes de empezar)
Para qué sirve: saber desde dónde parte tu grupo y ajustar la ruta.
Pregunta clave: ¿Qué saben y qué necesitan para empezar?
Instrumentos: sondeos cortos, mapas conceptuales, checklist inicial, preguntas, lluvia de ideas, etc.
Uso práctico: armar grupos flexibles, decidir apoyos y ritmo.
Error clásico: poner calificación. No, gracias. Es para informar, no para “etiquetar”.
Evaluación formativa (durante el proceso)
Para qué sirve: mejorar en vivo. Es tu modo Waze cuando hay baches.
Pregunta clave: ¿Cómo vamos y qué ajustamos hoy?
Instrumentos: rúbricas de proceso, listas de cotejo, portafolio, revisión entre pares.
Uso práctico: feedback específico, reenseñanza, segundas oportunidades.
Error clásico: comentarios estilo “mejora la redacción”. ¿Cómo? Dame el siguiente paso (explica qué y cómo puede mejorarla).
Evaluación sumativa (al final)
Para qué sirve: comprobar el logro con criterios claros.
Pregunta clave: ¿Qué se logró al cierre?
Instrumentos: rúbrica terminal + proyecto/prueba/presentación.
Uso práctico: acreditar y comunicar resultados.
Error clásico: cambiar criterios al final. Dar recomendaciones para seguir mejorando.
2) Árbol de decisión “si pasa X → usa Y”
Voy a iniciar y desconozco el nivel → Diagnóstica.
En medio detecto fallas persistentes → Formativa con feedback y reentrega.
Terminé la unidad y debo comunicar resultados → Sumativa con criterios publicados desde el día 1.
Muchos niveles en el mismo grupo → Diagnóstica + grupos flexibles y, en marcha, formativa.
Necesito evidencias para CTE/PMC → Muestra formativas (progreso) y sumativa (cierre con indicadores).
Regla de oro estilo: Si no sabes cómo iniciar aplica diagnóstica, si comienzas a ver muchos errores es momento de la formativa, si ya terminaron sumativa.
3) Ejemplos aterrizados (sin drama)
Primaria (4.º): fracciones equivalentes
Diagnóstica (12 min): 6 ejercicios + 1 pregunta abierta → identificar nivel de logro.
Formativa: actividad con material manipulable + rúbrica de proceso (representación, explicación, colaboración) + feedback (retroalimentación) de 2 frases.
Sumativa: “Menú de fracciones” (producto auténtico) con rúbrica terminal.
Secundaria: informe científico breve
Diagnóstica: checklist de conceptos (hipótesis, variables, tablas).
Formativa: borrador con rúbrica de proceso + revisión entre pares guiada.
Sumativa: entrega final + exposición de 3 min con criterios publicados desde el inicio.
4) Cronograma 4 semanas (copiar/pegar en tu planeación)
Semana 0 (antes): Diagnóstica 10–15 min → define grupos, apoyos, tiempos.
Semanas 1–3 (durante): 2 hitos formativos con feedback accionable + reentregas en caso de ser necesario.
Semana 4 (cierre): Producto final con rúbrica sumativa + breve (co)auto-evaluación.
“Lo que evaluarás al final” debe practicarse antes con formativa. Nada de finales sorpresa versión “no estamos en un reality show”.
5) Errores comunes (y cómo zafarte con estilo)
Calificar la diagnóstica. Es como poner reseña de restaurante antes de comer. Úsala para ajustar y punto.
Formativa sin acción. Feedback vago = “tutorial sin pantalla”. Pide reentrega con paso concreto (explica qué deben de mejorar).
Sumativa sorpresa. Si no se entrenó, evaluarás memoria, no aprendizaje.
Instrumento equivocado. Por ejemplo, utiliza Checklist para lo mecánico; rúbrica para lo complejo.
Criterios invisibles. Publica criterios desde el inicio. Transparencia = menos drama de “¿y mi 10?”.
