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9. Reflexión sobre la práctica. Itinerario CTE 25-26.
🪞 Reflexión sobre la práctica: mirar el aula para transformar la enseñanza
Introducción
El aula es un espacio vivo. Cada día está lleno de decisiones, emociones, aciertos y retos que nos invitan a mirar nuestra labor con otros ojos.
La reflexión sobre la práctica docente se ha convertido en una herramienta fundamental para fortalecer la autonomía profesional y construir comunidades de aprendizaje que evolucionan con base en la experiencia colectiva.
La Secretaría de Educación Pública (2025) propone que los Consejos Técnicos Escolares sean espacios donde las y los docentes dialoguen sobre su práctica, compartan experiencias y construyan soluciones desde el aula.
¿Qué es la práctica reflexiva?
De acuerdo con Angels Domingo (2021), la práctica reflexiva es “una opción formativa innovadora que articula profunda y significativamente el conocimiento teórico y práctico del docente para mejorar su desempeño profesional”.
Reflexionar sobre la práctica no significa solo analizar errores o planificar mejor; implica comprender las razones detrás de nuestras acciones pedagógicas, reconocer los saberes que poseemos y abrirnos al diálogo con colegas para transformar nuestras estrategias.
En palabras simples, es mirarnos enseñando para aprender de lo que hacemos, de lo que sentimos y de lo que ocurre con nuestros estudiantes.
¿Para qué sirve la reflexión sobre la práctica?
La reflexión tiene una finalidad doble: comprender y transformar.
Al hacerlo, las y los docentes:
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Reconocen los aciertos y desafíos de su práctica cotidiana.
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Identifican nuevas estrategias para atender las necesidades reales de sus estudiantes.
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Fortalecen la autoconfianza profesional y la toma de decisiones pedagógicas informadas.
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Construyen aprendizaje colectivo al compartir experiencias en el CTE o con sus pares.
Epifanio Espinosa Tavera (2025) señala que reflexionar permite dotar de sentido a la enseñanza y mejorar los procesos de aprendizaje desde una mirada consciente, intencionada y colaborativa.
Sugerencias para realizarla en el día a día
La reflexión no es un acto esporádico; puede integrarse a la rutina docente mediante estrategias simples pero poderosas:
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📝 Escribir un diario docente: anotar brevemente al final del día qué funcionó, qué generó dudas y qué emociones surgieron durante las clases.
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👀 Observar mutuamente las clases: trabajar en parejas o equipos para mirar la práctica desde fuera y ofrecer retroalimentación constructiva.
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🗣️ Realizar diálogos reflexivos: compartir en el CTE o en pequeños grupos los dilemas, retos o logros de la semana.
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💡 Analizar incidentes críticos: revisar situaciones difíciles o inesperadas para identificar aprendizajes y alternativas.
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🤝 Planear colectivamente: diseñar proyectos o secuencias didácticas en equipo para nutrir la práctica desde distintas miradas.
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📚 Participar en círculos de estudio o talleres reflexivos: leer, debatir y contrastar ideas con otras y otros docentes sobre los fundamentos de la enseñanza.
“La reflexión es más potente cuando se hace en colectivo; ahí donde las experiencias se entrelazan y la mejora se vuelve un propósito compartido.” — SEP, Orientaciones CTE (2025)
Actividad sugerida para su aprendizaje
Título: “Lo que aprendí de mi clase”
Propósito: promover la reflexión individual y colectiva sobre la práctica diaria y generar aprendizajes entre pares.
Pasos:
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Cada docente elige una clase reciente y responde por escrito a tres preguntas:
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¿Qué esperaba lograr con esta clase?
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¿Qué funcionó y qué no?
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¿Qué haría diferente la próxima vez?
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En pequeños grupos, comparten sus respuestas y observaciones.
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El grupo identifica coincidencias, desafíos comunes y estrategias que puedan fortalecerse colectivamente.
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Se construye un mural o presentación con los principales hallazgos para compartir en el CTE.
🟢 Propósito pedagógico: fortalecer el análisis crítico de la práctica y fomentar el aprendizaje entre colegas como base de la mejora continua.
Evidencia de aprendizaje
Producto sugerido:
Elaborar una bitácora reflexiva docente, que incluya:
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Relatos breves de experiencias significativas en el aula.
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Identificación de emociones, dilemas o decisiones pedagógicas.
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Cambios implementados en la práctica tras la reflexión.
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Resultados observados en el aprendizaje y la participación estudiantil.
Esta bitácora puede incorporarse como parte del Programa de Mejora Continua y utilizarse como insumo en las sesiones del Consejo Técnico Escolar.
Conclusiones
La reflexión sobre la práctica es mucho más que un ejercicio administrativo o un requisito del CTE: es una forma de crecimiento profesional y humano.
Al mirar nuestro trabajo con honestidad y apertura, reconocemos que enseñar también es aprender.
En la medida en que los docentes reflexionamos, dignificamos nuestro oficio, mejoramos nuestras estrategias y fortalecemos la enseñanza como una tarea ética, crítica y transformadora.
“Comprender lo que nos pasa con nuestras alumnas y alumnos es el primer paso para mejorar la enseñanza.” — Epifanio Espinosa Tavera, Reflexionar la enseñanza para su mejora continua (2025)








