🌱 6 recomendaciones para prevenir el burnout docente en este nuevo ciclo escolar

Burnout y docencia 👩🏻🏫
Iniciamos un nuevo ciclo escolar, y con él llegan ilusiones, nuevos proyectos y también retos que ponen a prueba nuestra vocación. Ser docente es un camino maravilloso, pero no podemos negar que a veces nos exige más de lo que creemos tener. Entre clases, planeaciones, evaluaciones y la preocupación por el bienestar de nuestros estudiantes, es fácil sentirnos agotados.
Ese agotamiento que va más allá del cansancio físico y se convierte en un desgaste emocional profundo se conoce como burnout docente, y la Organización Mundial de la Salud (OMS) lo reconoce como un fenómeno relacionado con el trabajo que puede afectar nuestra salud y motivación .
Pero no todo está perdido: hay estrategias basadas en la ciencia y en la experiencia de muchos colegas que nos pueden ayudar a prevenirlo. Hoy quiero compartirte 6 recomendaciones para enfrentar este nuevo ciclo escolar con más energía, bienestar y esperanza. Te cuento también cuál es mi propio reto para este año: mejorar mis habilidades para hablar en público. 🎤✨
1️⃣ Desconéctate cada fin de semana
Nuestro trabajo no termina cuando suena la campana, lo sé. Siempre hay planeaciones, calificaciones o pendientes que parecen no acabar. Sin embargo, nuestro cerebro y nuestro corazón necesitan descansar. Según la National Education Association (NEA), tomarse al menos un día completo de desconexión digital a la semana ayuda a recargar la mente, reduce el estrés y mejora el equilibrio entre la vida personal y laboral .
💡 Reto para ti: ¿qué día de la semana puedes reservar solo para ti y tu familia, sin abrir la computadora?
2️⃣ Practica la técnica de respiración 4-7-8 🧘♀️
El estrés es inevitable en la docencia, pero sí podemos entrenar a nuestro cuerpo para manejarlo mejor. El método 4-7-8, recomendado por Harvard Health, es muy sencillo:
Inhala profundamente por la nariz durante 4 segundos.
Mantén el aire en tus pulmones 7 segundos.
Exhala lentamente por la boca durante 8 segundos.
Este ejercicio activa tu sistema nervioso parasimpático, ayudándote a relajarte y a reducir la ansiedad. Pruébalo antes de entrar al aula o al finalizar tu jornada: ¡es como un botón de “pausa” para tu mente!
3️⃣ Incorpora la práctica de mindfulness
El mindfulness es una práctica basada en prestar atención plena al momento presente, observando pensamientos y emociones sin juzgar. De acuerdo con investigaciones de Patricia Jennings y colegas, programas como CARE (Cultivating Awareness and Resilience in Education) han demostrado que el mindfulness ayuda a los docentes a reducir el estrés, regular mejor sus emociones y fortalecer la relación con sus estudiantes .
💡 Intenta empezar tus clases con un par de minutos de silencio guiado o una breve reflexión. Te sorprenderá el impacto que tiene en tu energía y en la de tus alumnos.
4️⃣ Atiende la convivencia escolar 🤝
Uno de los retos más frecuentes es manejar las agresiones durante el recreo: peleas, discusiones o incluso actitudes de exclusión. No basta con “regañar”, necesitamos problematizar con nuestros estudiantes:
👉 ¿Qué está pasando en nuestro grupo para que nos cueste convivir en paz?
Al abrir espacios de diálogo, fomentamos la empatía, la resolución de conflictos y el sentido de comunidad, como lo muestran diversas investigaciones sobre el impacto de la gestión socioemocional en el bienestar escolar .
5️⃣ Pon límites entre trabajo y vida personal 🕒
El profesorado suele llevarse la escuela a casa: calificaciones, planeaciones y pendientes que nunca terminan. Sin embargo, aprender a desconectarnos es clave para cuidar la mente y el corazón. La investigación muestra que establecer horarios claros de trabajo y descanso disminuye el riesgo de burnout y aumenta nuestra motivación .
💡 Consejo práctico: define una hora límite para revisar mensajes y respétala. El descanso también es productividad.
6️⃣ Cuida tu alimentación y haz ejercicio regularmente 💪🥗
Nuestro cuerpo es el vehículo que nos permite enseñar con energía y pasión. Una alimentación equilibrada, rica en frutas, verduras y suficiente agua, junto con 30 minutos de actividad física diaria, fortalece el sistema inmunológico y ayuda a regular el estrés y las emociones, según expertos en salud de Harvard Health Publishing .
No se trata de hacer grandes cambios, sino de pequeños hábitos que, con el tiempo, harán una gran diferencia en tu bienestar.
🌟 Para cerrar
Cuidar de nuestra salud mental y física no es un lujo, es una necesidad. Este ciclo escolar nos trae nuevos retos; el mío es mejorar mi habilidad para hablar en público.
✨ Y tú, profe, qué reto quieres superar este ciclo escolar?
Cuéntamelo en los comentarios, ¡me encantará leerte!